Por: Milagros Alberch Merino
LA OTRA CARA DEL TIEMPO
La frente altiva, de hermoso rostro,
el pecho erecto, su talle fino,
de fuertes muslos, torneadas piernas,
tobillo fino de andar felino,
mata de pelo que el aire lleva,
fila de dientes de marfil puro,
trinos de risa con labios rojos,
llena de vida, llena de amor
el alma libre, con muchos sueños
sueños de amor, de amores locos
grandes pasiones de un tierno amante,
todo son risas, todo es amor.
¡Deten mi tiempo mi Dios bendito!
y deja que siempre pueda soñar
¡Deten mi tiempo! Entre mis sueños
y mis ensueños, hermosos niños que me rodean
y que en sus juegos, risas y lagrimas
llenen mi vida de gran amor.
No detuviste el tiempo ¡Dios mio!
¡Señor, no me has oido! Fue tan hermoso
¡pero tan rapido! Muy dulce y bello
fue como un sueño.
La frente altiva, hoy inclinada;
hermoso rostro, lleno de surcos
donde reflejan mil desventuras,
el pecho erecto hoy ya cansado;
el talle fino recio y pesado
mata de pelo hoy pelo hirsuto
de tres colores, gris, negro y blanco;
tobillo fino de andar felino
hoy andar cansado andar pesado.
Loa años pesan, las penas mas.
¿Donde se fueron mis sueños?
Rostro cansado, cuerpo agotado,
mundos opuestos, incomprensiones,
vida dificil, niños hambrientos,
guerras y muertes
en que la risa se vuelve llanto,
con amores y desamores
ilusiones y decepciones.
Risas y lagrimas entremezcladas
sueños y penas, desesperanzas.
No detuviste el tiempo,¡mi Dios amado!
Pero de pronto surge una luz
que ilumina el semblante;
Hallé la respuestas que tanto busque.
Vivir de recuerdos, no es lo ideal
la vida sigue, hay que luchar hay que soñar.
Sin mi juventud no pierdo la vida,
la cambio por otra serena y tranquila.
Sueño realidades con actividades
que llenen mi tiempo, que me hacen feliz.
Que importan los años, que importa la edad
si Dios nos ha dado el poder soñar,
no en grandes pasiones, no en locos amores
soñamos una vida tranquila, una vida serena
una vida de paz.
Con un cielo esplendoroso
que no lo empañen los humos;
con un mar azul y limpio
donde los peces no mueran;
que los arboles nos cobijen
y su sombra sea un descanso.
Disfrutar del cielo, el mar y la tierra
que en tu tiempo repartiste
de tan hermosa manera
¿Porque ese empeño en matar
todo lo que tu nos diste?
Para disfrute y deleite,en tu reparto nos diste
juventud, belleza y amor,
y una serena vejez.
Y no paraste el tiempo
para que pudiera soñar.